Autora

Rocío Cartagena Garcés

domingo, 20 de diciembre de 2015

Prólogo de la autora


¿Qué tiene de diferente su libro? Fue lo primero que me preguntó una persona a quien le hice mención de esta obra. – ¿Qué le hace pensar que servirá de algo? – Recalcó de modo algo vehemente. Yo no había alcanzado a responder nada y aseveró nuevamente: - ¡Porque todo el mundo habla y teoriza acerca de cómo hacer las cosas, pero en la práctica nadie hace nada! - Le expliqué entonces que la serie de talleres que complementan este libro, son en esencia una obra totalmente enfocada en guiar un aprendizaje basado en valores, en forma gradual y acorde con la edad, para que padres y maestros, y en general los adultos, puedan enseñar sobre sexualidad con base en la verdad acerca del tema. La invité a leer uno de los talleres para que tuviera un mayor acercamiento a lo que intenté transmitirle, pero bajo la excusa de que tenía poca inclinación a leer, no aceptó la invitación.

A pesar de la actitud y de la falta de voluntad de esa persona, no hay motivos para desanimarse porque son comprensibles las razones de tanta displicencia. La incredulidad y la desidia se apoderó de un gran número de personas en este mundo y se alcanzó un clímax de desconfianza por parte de la mayoría, por la forma tan equivocada en que se les educó, y muy particularmente porque a casi todos les mintieron o les ocultaron una magnifica verdad.

En el hogar, y prácticamente desde el nacimiento, niños y niñas fueron sometidos a procesos diferenciados de educación, otorgando o negando ciertas ventajas en relación directa con su género. Esta discriminadora costumbre, reforzada en la escuela, estimulando conductas machistas, y feministas en tiempos más recientes, propiciando inequidades en ambos casos, sumada a una triste y lamentable mentira, derivó en generaciones de adultos poco aptos para vivir en armonía en los entornos en los que han ido estableciendo sus núcleos de convivencia.

Mujeres en situación de desventaja en diversos ámbitos de su desarrollo personal, hombres dependientes de las destrezas y del protagonismo de las mujeres en aspectos comunes a ambos y con una visión equivocada sobre la función y potencial de su rol, y en general personas de todas las edades con dificultades para canalizar positivamente las emociones e interrelacionarse constructivamente, como consecuencia casi exclusiva de la deficiente o nula educación sexual basada en valores, es un común denominador que esta obra pretende ayudar a superar.

Algunos aspectos que siempre han generado desacuerdos y controversias, tienen que ver con las dudas acerca de cuál será la edad adecuada para comenzar a educar a los hijos en sexualidad, la dosis correcta de información, y la persona idónea para enseñar, pero las mayores discordias se centran en la creencia de que la información puede llevar al inicio temprano de la actividad sexual y al libertinaje, como si no fueran peores las consecuencias del desconocimiento y de la avalancha de información indiscriminada. El problema no es la información, sino la calidad de ésta, y más determinante aún, es la secuencialidad, la oportunidad, la autoridad ético - moral y la credibilidad de quienes la transmiten. Sin embargo, al margen del tipo o nivel de los contenidos, la educación en sexualidad no debe ser mirada como un área más en la que prevalecen los enfoques meramente biológicos, técnicos, científicos, comerciales, etc., sino abordada desde la necesidad de preparar a las personas para que por sí mismas, desde la diferencia y la diversidad tan evidentes entre los humanos, propicien estilos de vida auténticos y adecuados, acordes con sus identidades, individualidades, expectativas y potencialidades.

La mayoría de las encrucijadas y dilemas a las que nos vemos enfrentados los seres humanos en conjunto y en cualquier época, y muy especialmente en lo concerniente a la sexualidad, carecerían de cualquier trasfondo de problemática, si el proceso de crecimiento y desarrollo de los afectados hubiese sido enfocado en un comienzo desde la perspectiva de los valores, razón por la cual esta obra los considera como la base fundamental para educar en sexualidad, en forma gradual, en concordancia con las etapas de desarrollo humano que bien han estudiado y descrito distintos autores y escuelas dedicadas a la comprensión de estas. Muchísimas personas en el mundo han puesto de manifiesto y en forma reiterada, que de nada verdaderamente útil sirve el más refinado conocimiento, si se carece de una base moral que permita enfocarlo en objetivos beneficiosos para la humanidad entera. La educación sexual, más que cualquier otra área de aprendizaje, tiene el deber de partir desde la base de los valores, bien arraigados, y absolutamente entendidos como la esencia de la comprensión entre seres humanos, desde su esencia sexual y hasta todos los ámbitos hacia los que esa energía nos conduce.

Algo que faltaba en este camino al redireccionamiento y mejoramiento, era la existencia de una guía o derrotero común a seguir, tal como lo sugiere la misma naturaleza del desarrollo humano. No había consenso local, ni nacional, ni regional, y menos aún mundial, acerca de pautas y procedimientos a seguir en la tarea de educar en lo sexual, siendo que el desarrollo físico sexual nos hace tan comunes a todos los seres humanos, independiente de la situación geográfica/cultural en la que estemos en este planeta. No existía ni siquiera un mínimo de deseable homogeneidad entre los entes educativos y, como si no fuera suficiente, podría resultar más que cuestionable, incluso alarmante, el nivel de conocimientos, ética, y las actitudes sexuales de quienes en forma poco comprometida ejercían el rol de agentes educativos en forma general y de modo especial en esta asignatura o área. La carencia de material educativo para un período completo de enseñanza básica y media, la frecuente falta de idoneidad para ejercer como educador en sexualidad, y las limitaciones que puedan existir en el ámbito institucional, pretenden ser solucionadas por esta guía básica para padres y maestros, más sus 12 talleres complementarios para estudiantes, uno para cada grado de enseñanza, además del texto guía para capacitar docentes en educación sexual. La guía básica para padres y maestros es esencial para comprender el enfoque de los talleres, y muy particularmente para ayudar a generar conciencia entre los adultos acerca de las necesidades y derechos de los niños, niñas y adolescentes, de tal modo que no se conviertan en los primeros opositores a la distribución de los textos educativos, sobre todo si se toman en cuenta todas las instrucciones de organismos internacionales que avalan y promueven este tipo de iniciativas.

La obra completa queda en sus manos. Como sus contenidos están enfocados en función de estimular, reforzar, y consolidar valores, ésta trasciende por sí misma enfoques científicos, religiosos, políticos, y legislativos, y no excluye a ningún tipo de comunidad. Entonces, queda aspirar a que todo el apoyo y dedicación que puedan brindar a esta causa, logre resultados infinitamente beneficiosos y edificantes para la humanidad, más de lo que en un comienzo haya sido posible imaginar y anhelar.


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